Planta herbácea de la familia de las Valerianáceas con tallos erguidos y estriados que alcanzan de 0,5 a 2 metros de altura, siendo sus flores pequeñas y de color rosado, se agrupan en ramilletes terminales, de la misma se utilizan la raíz y el rizoma.
Se cría en los linderos de los bosques, prados húmedos y orillas de los ríos de Europa, para desaparecer en la zona mediterránea. En España se encuentra en la cordillera Cantábrica, los Pirineos y en Asturias. Naturalizada en Norteamérica y cono sur del continente americano. La valeriana surte unos efectos bastante diferentes, según actúe sobre los seres humanos o sobre los animales.
A los primeros les proporciona un notable efecto sedante, mientras a los segundos los estimula fuertemente. Así, por ejemplo, los gatos se ponen eufóricos cuando huelen la planta y se frotan contra ella con gran deleite. En cambio, el aroma de la valeriana, que se intensifica con el secado de la planta, no tiene para los humanos ningún atractivo especial, pues recuerda al del sudor de los pies.
La valeriana se usa en terapéutica desde el Renacimiento, cuando se descubrió su propiedad de evitar los ataques epilépticos.
Propiedades e indicaciones
Las raíces de la valeriana contienen alrededor del 1% de un aceite esencial de acción antiespasmódica con numerosos componentes entre los que destacan terpenos y ésteres de bornilo y del 1% al 5% de valepotriatos, sustancias a las que tradicionalmente se ha atribuido el efecto sedante de la valeriana. Sin embargo, hoy se sabe que el principio activo más importante de la valeriana es el baldrinal, que es el metabolito del valepotriato llamado valtrato. La valeriana posee efectos tranquilizantes, sedantes, somníferos , analgésicos, antiespasmódicos y anticonvulsivantes. Produce una sedación de todo el sistema nervioso central y vegetativo, disminuyendo la ansiedad y la presión arterial, siendo su acción similar a la de los fármacos tranquilizantes mayores o neurolépticos (fenotiazinas y derivados), pero hallándose libre de sus efectos tóxicos.
Sus indicaciones son las siguientes:
• Distonías neurovegetativas: ansiedad, neurosis de angustia, neurastenia o irritabilidad, dolores de cabeza, palpitaciones, arritmias, hipertensión arterial esencial (que no tiene causa orgánica), temblores, neurosis gástrica (nervios en el estómago), colon irritable, y otras enfermedades psicosomáticas.
• Depresión nerviosa y agotamiento.
• Insomnio: Por su acción somnífera da muy buenos resultados si la infusión se combina con un baño de la misma planta antes de ir a dormir.
• Epilepsia: Tomada regularmente, previene la aparición de los ataques epilépticos. No sustituye a la medicación antiepiléptica, aunque puede contribuir a reducir su dosis.
• Asma: Al igual que en el caso de la epilepsia, es más efectiva en la prevención que en el tratamiento del ataque agudo. Su acción antiespasmódica y sedante evita el espasmo de los bronquios, que junto con el edema de la mucosa, es uno de los factores causantes del asma.
• Dolores: Por su efecto analgésico resulta útil para aliviar los dolores ciáticos y reumáticos. Además, también actúa externamente. De ahí que se aplique sobre la zona afectada para aliviar el dolor en caso de contusiones, lumbalgias, ciática, distensiones musculares y dolores reumáticos.
Sinonimia hispánica
Valeriana oficinal, valeriana de las boticas, valeriana medicinal, valeriana menor, raíz de catacata, hierba de los gatos, alfeñique.
Propiedades e indicaciones
Las raíces de la valeriana contienen alrededor del 1% de un aceite esencial de acción antiespasmódica con numerosos componentes entre los que destacan terpenos y ésteres de bornilo y del 1% al 5% de valepotriatos, sustancias a las que tradicionalmente se ha atribuido el efecto sedante de la valeriana. Sin embargo, hoy se sabe que el principio activo más importante de la valeriana es el baldrinal, que es el metabolito del valepotriato llamado valtrato. La valeriana posee efectos tranquilizantes, sedantes, somníferos , analgésicos, antiespasmódicos y anticonvulsivantes. Produce una sedación de todo el sistema nervioso central y vegetativo, disminuyendo la ansiedad y la presión arterial, siendo su acción similar a la de los fármacos tranquilizantes mayores o neurolépticos (fenotiazinas y derivados), pero hallándose libre de sus efectos tóxicos.
Sus indicaciones son las siguientes:
• Distonías neurovegetativas: ansiedad, neurosis de angustia, neurastenia o irritabilidad, dolores de cabeza, palpitaciones, arritmias, hipertensión arterial esencial (que no tiene causa orgánica), temblores, neurosis gástrica (nervios en el estómago), colon irritable, y otras enfermedades psicosomáticas.
• Depresión nerviosa y agotamiento.
• Insomnio: Por su acción somnífera da muy buenos resultados si la infusión se combina con un baño de la misma planta antes de ir a dormir.
• Epilepsia: Tomada regularmente, previene la aparición de los ataques epilépticos. No sustituye a la medicación antiepiléptica, aunque puede contribuir a reducir su dosis.
• Asma: Al igual que en el caso de la epilepsia, es más efectiva en la prevención que en el tratamiento del ataque agudo. Su acción antiespasmódica y sedante evita el espasmo de los bronquios, que junto con el edema de la mucosa, es uno de los factores causantes del asma.
• Dolores: Por su efecto analgésico resulta útil para aliviar los dolores ciáticos y reumáticos. Además, también actúa externamente. De ahí que se aplique sobre la zona afectada para aliviar el dolor en caso de contusiones, lumbalgias, ciática, distensiones musculares y dolores reumáticos.
Sinonimia hispánica
Valeriana oficinal, valeriana de las boticas, valeriana medicinal, valeriana menor, raíz de catacata, hierba de los gatos, alfeñique.
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