La achicoria crece sobre suelos arenosos o rocosos, en especial en los márgenes de caminos iluminados. Esta planta puede alcanzar hasta un metro de altura. Sus flores en forma de estrella de radiante color azul solo se abren cuando las toca el sol, concretamente en las mañanas de Julio a Septiembre.
Efecto de la esencia
La esencia de achicoria favorece el amor auténtico sin condiciones y ayuda a liberarse de las esperanzas depositadas en los demás.
Efecto de la esencia sobre el cuerpo
La esencia de achicoria se recomienda cuando nuestra posesividad o tendencia a tutelar a los demás se exterioriza en el plano físico en forma de compasión por uno mismo, envidia, etc. Esta esencia nos ayuda en el plano energético a conocer el trasfondo espiritual de esos problemas y a tratarlos, lo que conlleva a una mejora en el plano corporal.
Efecto de la esencia sobre el ánimo
Los estados de carencia de esta esencia se caracterizan por que a menudo la persona desea hacer algo por los demás, sin que a cambio se le muestre ningún agradecimiento ni reconocimiento. También se intenta calmar el anhelo de afecto a través de la desilusión, las lágrimas, la autocompasión, la simulación o huida a la enfermedad y a la emotividad. En dichos casos la esencia de achicoria nos ayuda a desarrollar un amor propio sano y a destruir nuestra dependencia de los otros.
Efecto de la esencia sobre la mente
La esencia de achicoria favorece la capacidad de tener una forma de pensar propia que “funcione” de forma independiente. Nuestros pensamientos ya no están condicionados a la esperanza de hallar afecto en otras personas, sino que encuentran calor y afecto dentro de nosotros. Esta esencia suele tener muy buenos efectos en personas con profesiones relacionadas con la salud y la sociedad. Los problemas se diluyen favoreciendo el que la persona haga algo por si misma, admita sus pensamientos y deseos y aprenda a querer.
Efecto de la esencia sobre el espíritu
Con esta esencia se abren el pecho y el corazón a una capacidad superior de sensibilidad. Surge un sentimiento fuerte, sólido y seguro de la propia persona, que nos permite transmitir a los demás un recogimiento auténtico. Esta esencia también contribuye a reafirmar los lazos que forman la estrecha relación entre madre e hijo. Se establece la equiparación entre dar y recibir. Comprendemos que el amor no se puede comprar y que únicamente podemos conservar aquello cuya libertad respetamos.
La esencia de achicoria favorece el amor auténtico sin condiciones y ayuda a liberarse de las esperanzas depositadas en los demás.
Efecto de la esencia sobre el cuerpo
La esencia de achicoria se recomienda cuando nuestra posesividad o tendencia a tutelar a los demás se exterioriza en el plano físico en forma de compasión por uno mismo, envidia, etc. Esta esencia nos ayuda en el plano energético a conocer el trasfondo espiritual de esos problemas y a tratarlos, lo que conlleva a una mejora en el plano corporal.
Efecto de la esencia sobre el ánimo
Los estados de carencia de esta esencia se caracterizan por que a menudo la persona desea hacer algo por los demás, sin que a cambio se le muestre ningún agradecimiento ni reconocimiento. También se intenta calmar el anhelo de afecto a través de la desilusión, las lágrimas, la autocompasión, la simulación o huida a la enfermedad y a la emotividad. En dichos casos la esencia de achicoria nos ayuda a desarrollar un amor propio sano y a destruir nuestra dependencia de los otros.
Efecto de la esencia sobre la mente
La esencia de achicoria favorece la capacidad de tener una forma de pensar propia que “funcione” de forma independiente. Nuestros pensamientos ya no están condicionados a la esperanza de hallar afecto en otras personas, sino que encuentran calor y afecto dentro de nosotros. Esta esencia suele tener muy buenos efectos en personas con profesiones relacionadas con la salud y la sociedad. Los problemas se diluyen favoreciendo el que la persona haga algo por si misma, admita sus pensamientos y deseos y aprenda a querer.
Efecto de la esencia sobre el espíritu
Con esta esencia se abren el pecho y el corazón a una capacidad superior de sensibilidad. Surge un sentimiento fuerte, sólido y seguro de la propia persona, que nos permite transmitir a los demás un recogimiento auténtico. Esta esencia también contribuye a reafirmar los lazos que forman la estrecha relación entre madre e hijo. Se establece la equiparación entre dar y recibir. Comprendemos que el amor no se puede comprar y que únicamente podemos conservar aquello cuya libertad respetamos.
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