Un potente tóxico que conviene saber distinguir
La cicuta es una planta herbácea que alcanza de 30 a 150 cm. de altura, de la familia de las Umbelíferas, su tallo es hueco y finamente estriado.
Se cría espontáneamente en toda Europa y América. Abunda en lugares frescos y húmedos, en las orillas de los ríos y los bordes de los caminos.
Ah!, ¿Pero la cicuta se da en nuestros campos?, se preguntarán ustedes.
Muchos se sorprenden cuando se enteran de que la misma planta con la que puso fin a su vida el gran Sócrates en el año 339 a.C., se encuentra todavía a nuestro alrededor.
La cicuta se halla muy extendida, y conviene saber distinguirla de otras plantas de su misma familia botánica a las que se asemeja: la angélica, el perejil, el apio e incluso la zanahoria silvestre.
Propiedades e indicaciones
Todas las partes de la planta, y en especial los frutos, contienen varios alcaloides (coniína, coniceína, conhidrina y pseudoconhidrina), además de un aceite esencial y glucósidos flavónicos y cumarínicos. La coniína es el principio activo más importante de la cicuta, que se halla presente en una proporción del 2% en los frutos, y en un 0,5% en las hojas. Se absorbe tanto por vía oral como a través de la piel, por la que penetra con facilidad.
Los alcaloides son sustancias vegetales de reacción alcalina. Sus moléculas son complejas, y están formadas por carbono, hidrogeno, nitrógeno y oxigeno. Sus efectos farmacológicos son muy marcados y con pequeñas dosis ya se producen efectos tóxicos.
A dosis terapéuticas, la coniína y los restantes alcaloides de dicha planta proporcionan una marcada acción sedante, analgésica y anestésica local.
La cicuta ha sido utilizada con éxito para calmar:
-dolores intratables, como los producidos por el cáncer.
-dolores persistentes, como los producidos por las neuralgias.
Hoy en día se puede seguir utilizando, aunque se dispone de otros analgésicos potentes y seguros, pero siempre bajo control facultativo y respetando fielmente la dosificación para evitar efectos tóxicos.
Como identificar la planta de la cicuta
Su aspecto es bastante similar al de otras plantas de su misma familia como el apio o el perejil. Los siguientes detalles botánicos ayudarán a identificarla:
El tallo se distingue de otras umbelíferas por poseer en su parte inferior unas manchas de color rojizo y púrpura
Las hojas son grandes y brillantes y están muy divididas.
Las flores son blancas y están agrupadas en umbelas desiguales de 10ª 20 radios.
El fruto es ovalado de unos 3 mm. De color pardo verdoso y se halla surcado por repliegues.
Toda la planta despide un desagradable olor a orina.
Intoxicación por cicuta
La coniína es similar, en su estructura química y en sus efectos, a otro alcaloide: la nicotina, que se encuentra en el tabaco. Ambos alcaloides actúan sobre el sistema nervioso vegetativo, excitándolo primero y deprimiéndolo después. De media a dos horas después de haber ingerido una dosis toxica de coniína, se produce ardor en la boca, dificultad para tragar, náuseas, dilatación de las pupilas y debilidad en las piernas. Si la dosis es mayor se produce parálisis muscular (como la producida por el curare) y muerte por parada respiratoria y asfixia. A pesar de todo, la conciencia no se pierde, y se mantiene la lucidez mental hasta el último momento. De ahí que los griegos eligieran este método para quitar la vida de los condenados por pena capital.
Cicuta menor
La cicuta menor o acuática (Cicuta virosa) crece en lugares húmedos al igual que la cicuta mayor, aunque es menos frecuente que esta. El aspecto de la cicuta menor es similar al de a mayor. Sus efectos tóxicos se caracterizan por violentas convulsiones y finalmente parada respiratoria. El tratamiento a seguir es el mismo que para la intoxicación por cicuta mayor.
Sinonimia hispánica
Cicuta mayor, barroco, zanahoria de monte, perejil lobuno, perejilón, julivertosa.
Los alcaloides son sustancias vegetales de reacción alcalina. Sus moléculas son complejas, y están formadas por carbono, hidrogeno, nitrógeno y oxigeno. Sus efectos farmacológicos son muy marcados y con pequeñas dosis ya se producen efectos tóxicos.
A dosis terapéuticas, la coniína y los restantes alcaloides de dicha planta proporcionan una marcada acción sedante, analgésica y anestésica local.
La cicuta ha sido utilizada con éxito para calmar:
-dolores intratables, como los producidos por el cáncer.
-dolores persistentes, como los producidos por las neuralgias.
Hoy en día se puede seguir utilizando, aunque se dispone de otros analgésicos potentes y seguros, pero siempre bajo control facultativo y respetando fielmente la dosificación para evitar efectos tóxicos.
Como identificar la planta de la cicuta
Su aspecto es bastante similar al de otras plantas de su misma familia como el apio o el perejil. Los siguientes detalles botánicos ayudarán a identificarla:
El tallo se distingue de otras umbelíferas por poseer en su parte inferior unas manchas de color rojizo y púrpura
Las hojas son grandes y brillantes y están muy divididas.
Las flores son blancas y están agrupadas en umbelas desiguales de 10ª 20 radios.
El fruto es ovalado de unos 3 mm. De color pardo verdoso y se halla surcado por repliegues.
Toda la planta despide un desagradable olor a orina.
Intoxicación por cicuta
La coniína es similar, en su estructura química y en sus efectos, a otro alcaloide: la nicotina, que se encuentra en el tabaco. Ambos alcaloides actúan sobre el sistema nervioso vegetativo, excitándolo primero y deprimiéndolo después. De media a dos horas después de haber ingerido una dosis toxica de coniína, se produce ardor en la boca, dificultad para tragar, náuseas, dilatación de las pupilas y debilidad en las piernas. Si la dosis es mayor se produce parálisis muscular (como la producida por el curare) y muerte por parada respiratoria y asfixia. A pesar de todo, la conciencia no se pierde, y se mantiene la lucidez mental hasta el último momento. De ahí que los griegos eligieran este método para quitar la vida de los condenados por pena capital.
Cicuta menor
La cicuta menor o acuática (Cicuta virosa) crece en lugares húmedos al igual que la cicuta mayor, aunque es menos frecuente que esta. El aspecto de la cicuta menor es similar al de a mayor. Sus efectos tóxicos se caracterizan por violentas convulsiones y finalmente parada respiratoria. El tratamiento a seguir es el mismo que para la intoxicación por cicuta mayor.
Sinonimia hispánica
Cicuta mayor, barroco, zanahoria de monte, perejil lobuno, perejilón, julivertosa.
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