La centaura crece oculta en los lindes de los bosques, prados y eriales. La planta alcanza una altura de hasta 50 centímetros de altura. Sus flores son de color rosa suave, miden unos 15 milímetros y comprenden cinco pétalos asignados en forma de umbela.
Efecto de la esencia
La esencia de centaura estimula la voluntad. Ayuda a las personas a ser ellas mismas, a definir sus límites con los demás y a poder decir que no.
Efecto de la esencia sobre el cuerpo
La esencia de centaura aporta energía para salir de episodios de cansancio y desmayos súbitos. Incluso en situaciones en las que uno se siente desbordado, débil y sometido a estrés, aporta un ímpetu renovado. Con esta esencia se reprime la actitud corporal y, además, se fomenta el nivel energético de los procesos de autocuración.
Efecto de la esencia sobre el ánimo
Los estados de carencia de centaura se caracterizan por la incapacidad de decir que no en la mayoría de los casos. A fin de complacer a los demás (y así ser reconocidos por ellos) se relegan los sentimientos y deseos personales a un segundo plano. Por ello, uno a menudo se ve empujado a desempeñar la función del “limpiabarros”. Esto puede provocar desde la asunción de personalidades fuertes hasta el sometimiento casi esclavo a otras personas más fuertes (masoquismo). La esencia de centaura ayuda a reforzar nuestra voluntad y personalidad y a recuperar el poder perdido sobre nosotros mismos.
Efecto de la esencia sobre la mente
Con la esencia de centaura podemos reafirmar nuestra voluntad para perseguir de este modo nuestras metas personales de forma consecuente. Nos aporta fuerzas para definir los límites con los demás, favorece una expresión clara y propicia el valor de recorrer sendas propias. Al mismo tiempo, contribuye a mantenerse en la opinión personal, incluso cuando uno debe enfrentarse a la oposición de otros.
Efecto de la esencia sobre el espíritu
La esencia de centaura ayuda a servir a la vida en lugar de servir a las personas de forma individualizada. Nos conduce a conocer cómo nos podemos zafar de las garras de los demás y ser más abiertos por propia intuición. Esta esencia impulsa los procesos de crecimiento y favorece el desenvolvimiento personal. Progresivamente percibimos cómo vamos llenando nuestro espacio interior y cómo crece nuestra energía para recorrer nuestro propio camino.
Efecto de la esencia
La esencia de centaura estimula la voluntad. Ayuda a las personas a ser ellas mismas, a definir sus límites con los demás y a poder decir que no.
Efecto de la esencia sobre el cuerpo
La esencia de centaura aporta energía para salir de episodios de cansancio y desmayos súbitos. Incluso en situaciones en las que uno se siente desbordado, débil y sometido a estrés, aporta un ímpetu renovado. Con esta esencia se reprime la actitud corporal y, además, se fomenta el nivel energético de los procesos de autocuración.
Efecto de la esencia sobre el ánimo
Los estados de carencia de centaura se caracterizan por la incapacidad de decir que no en la mayoría de los casos. A fin de complacer a los demás (y así ser reconocidos por ellos) se relegan los sentimientos y deseos personales a un segundo plano. Por ello, uno a menudo se ve empujado a desempeñar la función del “limpiabarros”. Esto puede provocar desde la asunción de personalidades fuertes hasta el sometimiento casi esclavo a otras personas más fuertes (masoquismo). La esencia de centaura ayuda a reforzar nuestra voluntad y personalidad y a recuperar el poder perdido sobre nosotros mismos.
Efecto de la esencia sobre la mente
Con la esencia de centaura podemos reafirmar nuestra voluntad para perseguir de este modo nuestras metas personales de forma consecuente. Nos aporta fuerzas para definir los límites con los demás, favorece una expresión clara y propicia el valor de recorrer sendas propias. Al mismo tiempo, contribuye a mantenerse en la opinión personal, incluso cuando uno debe enfrentarse a la oposición de otros.
Efecto de la esencia sobre el espíritu
La esencia de centaura ayuda a servir a la vida en lugar de servir a las personas de forma individualizada. Nos conduce a conocer cómo nos podemos zafar de las garras de los demás y ser más abiertos por propia intuición. Esta esencia impulsa los procesos de crecimiento y favorece el desenvolvimiento personal. Progresivamente percibimos cómo vamos llenando nuestro espacio interior y cómo crece nuestra energía para recorrer nuestro propio camino.
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